El mediático regreso a la normalidad

Por H.D.C

Nuestro país enfrento una contingencia sanitaria de magnitud internacional, estuvimos y aun estamos expuestos a un virus nuevo y por tanto desconocido en su actuar, no obstante pareciera que nunca pasó.

El día 24 de abril se cancelan las clases en todos los niveles educativos hasta nuevo aviso, se da a conocer abiertamente la existencia de un virus de influencia distinto, que a juzgar por los casos probables sugería ser un padecimiento letal.

Las instancias gubernamentales del país inician una campaña masiva con el fin de contener la infección y hacer razonar a las personas respecto a la magnitud del problema.

Los picos de atención a la enfermedad en todos los medios fue intenso, la cantidad de spots y entrevistas con especialistas en radio y televisión, volantes y carteles supera incluso el bombardeo en tiempos de elecciones, no cabe duda que la población se entera del problema en cuestión.

La cantidad de información, por el simple hecho de venir de fuentes oficiales y actores competentes, debiera ser suficiente para que los habitantes tuvieran todas las armas a su alcance.

No obstante, ante la magnitud del problema y su tratamiento, fui testigo de algunas cosas que hacen pensar; por ejemplo, de inicio, los especialistas se hartaron de explicar el correcto uso del cubre bocas y como es un auxiliar, mas no es la solución al problema, ¡oh sorpresa! en los días posteriores observamos como la gente no cubría nariz y boca, guantes de látex velaban por su ausencia y el tiempo de uso de ambos aditamentos superaban el tiempo permitido.

Pero ¿cómo es eso posible? Se informo por mil y un canales y aún así el entendimiento no era el adecuado por algunas personas.

Una razón lógica es que estas personas no emplean medios de comunicación masiva para sus actividades, pero en el transporte colectivo era común escuchar la información vía radio, de igual manera que por otras personas informadas.

Otra razón puede ser el escepticismo ante la situación. Un factor importante es la acción rápida del gobierno para contener la infección, y aunados a estos surgen otros factores clave, al haber pocos infectados confirmados, las teorías conspiratorias, en su mayoría carentes de argumentos viables, surgen para cubrir huecos en una sociedad que vive en un estado de desconfianza hacía las instituciones.

Pero la razón fundamental es la sobre información generada por medios y Gobierno, ante tal volumen de mensajes nos hacemos restrictivos y por ende tendemos a ignorar partes de los mensajes o los mensajes en si.

Otro aspecto referente a los medios es el establecimiento de agenda o Agenda Setting, desde el 24 de abril hasta el 5 de mayo, el número de mensajes fue inmenso y los mensajes tenían, si bien información correcta y relevante, no se puede ignorar el alarmismo que esto generó, al grado que muchas personas optaron por una postura paranoica al respecto, el susto al ver que alguien estornudaba o tocia, o las miradas de rechazo para quienes no portaban cubrebocas.

Volviendo al establecimiento de agenda, conforme la información respecto a la enfermedad nos regresaba lentamente a un estado de normalidad los medios dejaron de dar las noticias con el mismo interés, siendo que, aunque el estado de contingencia fue retirado, la infección sigue y la población continua expuesta.

El efecto de los medios es tal que a dos semanas de haber estado en emergencia en grado 5 de 6 existentes, las personas han dejado de usar cubre bocas y parece que no hubiera pasado nada, ahora los temas de camino al trabajo son las elecciones de julio y ya no mas el impacto de la enfermedad en nuestra vida diaria, error.

Este escrito no tiene el fin de atacar las acciones del gobierno, medios y empresas en contra de una pandemia potencial, es por otro lado, hacer mención al impacto y la responsabilidad al momento de crear mensajes, y por tanto, la misma responsabilidad para dar seguimiento a un tema que continua siendo toral para la sociedad y el mundo.

Hoy por hoy los mensajes son breves, ya que la atención se posa en otros sucesos, pero no hay que olvidar que este virus sigue presente, aunque no ocupe el prime time en la barra de noticieros aunque el rating no se incremente.